En comparación con la situación previa a la adopción del Reglamento E-PRTR, los ciudadanos de la UE, los analistas, los encargados de desarrollar las políticas y los responsables de la toma de decisiones pueden acceder ahora con más facilidad a información exhaustiva sobre los tipos y volúmenes de las emisiones procedentes de las principales actividades industriales, así como de fuentes difusas de emisiones atmosféricas.
Si bien los resultados de la evaluación indican que una revisión del Reglamento en sí sería prematura, es posible introducir una serie de mejoras, entre otras cosas mediante guías perfeccionadas de la Comisión.