El Pacto constituirá en lo sucesivo, para la Unión y sus Estados miembros, la base de una política común de inmigración y asilo guiada por un espíritu de solidaridad entre Estados miembros y de cooperación con los terceros países.
Pertanto, il 1993 apre una nuova fase della costruzione europea all'insegna del pragmatismo, che impone il riorientamento di taluni lavori e risultati concreti e visibili a breve termine, e della preparazione del futuro.