Al mismo tiempo, la Comisión, dentro de su política en favor de las pequeñas y medianas empresas, desea seguir estudiando la posibilidad de ofrecer a las empresas que no estén constituidas en sociedades capitalistas y que, actualmente, en su mayoría tributan con arreglo al régimen del impuesto sobre la renta, la opción de ser sujetos pasivos del impuesto sobre sociedades.
La Comisión comparte, asimismo, la preocupación del Consejo por garantizar el equilibrio entre la legitimidad de los regímenes fiscales benévolos -por ejemplo, en los ámbitos de la política regional, el medio ambiente o la I+D- y la necesidad de impedir una competencia fiscal desleal y la erosión global de los ingresos presupuestarios de los Estados miembros.